¡ 50 millones de euros! ¡ 50 millones de euros!
Este país es de vergüenza y de chiste en su esencia misma.
Nos enorgullecemos de ser un país laico y aconfesional, así lo estipula la Constitución del 78, texto que empieza a ser papel mojado en los tiempos que corren; nos enorgullecemos de ser respetuosos con las demás confesiones y creencias, pero en el fondo seguimos, y perdón por la expresión, lamiéndole el culo a la Iglesia Católica. Seguimos haciéndoles reverencias como si tuvieran la facultad otorgada y el derecho acérrimo de dar su beneplácito para poder llevar a cabo leyes civiles, decisiones político-sociales, como si tuvieran aún hoy una silla en el Congreso cual inquisidores de antaño.
Y digo "seguimos" porque aunque los que no confesamos con esta religión nos opongamos a que se despilfarre semejante suma de dinero en traer a "la máxima autoridad de la religión católica", nuestra voluntad en este sentido es un grito mudo.
¿Por qué no se gastan del erario público otros 50 millones de euros en traer, por ejemplo....qué se yo, al Dalai Lama? sería justo también para aquéllos que simpaticen con el budismo, no?
Pero lo peor de esto no es ya el hecho en si del gasto y su destino, que por supuesto no perdamos de vista, sino el fondo del asunto; y el fondo del asunto es la utilización partidista y electoral que se hace de la fe y creencias de muchas personas, millones de personas , que confiesan con el catolicismo pudiendo llegar a ser vulnerables y fácilmente manipulables en muchos casos, enmascarando sus pretensiones y avaricias políticas tras el "padre nuestro".
Que digo yo, que si Jesucristo levantara la cabeza y viera el inmenso gasto, el despliegue Holliwoodiense que se hace y que los protagonistas consienten en su labor de predicación mientras medio mundo se halla inmerso en una de las peores crisis económicas en décadas, con la decadencia y el pistoletazo en el incremento de las necesidades básicas de la población que conlleva; mientras otra parte del mundo se muere literalmente de hambre ante la mirada del mundo "desarrollado" que tira a la basura cada día la mitad de su producción porque no tiene salida en el mercado, debido a que producimos muy por encima de la demanda real; mientras otra parte del mundo vive, en pleno siglo XXI, en la Edad Media, con tiranos y monarcas absolutos que aniquilan a aquéllos vasallos y súbditos que tienen la osadía de sublevarse contra su poder "divino" ........... Si Jesucristo, insisto, levantara la cabeza y observara todo este panorama, y viera en qué se han convertido los que deben difundir y predicar con su palabra se moría al instante de la vergüenza que sentiría de sus "apóstoles" y de la raza humana en si misma.
¿Desde cuándo reflejan las Sagradas Escrituras que el predicador máximo de dicha fe diera la paz a sus fieles con un pedrusco en el dedo? ¿En qué libro de dichas escrituras se describe y detalla que las vestimentas de Papa, cardenales y obispos tuvieran que estar bordadas con hilo de oro? ¿ en qué párrafo dispuso Dios que , habiendo decidido dedicar tu vida a Dios, se viviera rodeado de comodidades, riquezas y banquetes a la par que se predicaba por el mundo la honradez, austeridad, honestidad? ¿dónde están los votos que se supone hace esta gente que decide dedicar su vida a Dios?
Venga, "por Dios", pero qué tomadura de pelo es esta? Cómo no puede la gente darse cuenta del manejo que hay aquí? Ojo, no estoy criticando la fe de las personas que quieran tenerla, sino a los dirigentes de una Iglesia , que me río yo de sus conciencias, valores y dignidad moral y ética.
A propósito de esto, también reclamo y exijo mi derecho a ser respetado por no creer en el Dios de algunos; a mi no me hace falta creer que existe ningún Dios allí arriba esperando para poder vivir y darle sentido a mi vida, pero respeto a quién si tenga esa necesidad. Precisamente por ello mismo exijo la misma tolerancia para conmigo y aquéllos que no confesamos con esa fe. No es mejor persona ni tiene mejores valores aquél que reza un padre nuestro cada noche o va a misa los domingos, sino aquél que se comporta para con los demás y consigo mismo de una forma digna, honrada, sencilla y sincera.
Buenas noches